Los Residuos Sólidos Urbanos (R.S.U.), principalmente se componen de los materiales desechados por quienes los producen, pero también se incluyen algunos desechos comerciales e industriales que son de similar naturaleza y que son recolectados, generalmente sin segregación en su origen y depositados en un vertedero o relleno municipal. Los RSU contienen una fracción significativa de desechos alimenticios, papel, madera, algodón, cuero, metales, vidrios y recortes de poda, como también derivados del petróleo como plásticos, gomas y telas.
El actual nivel mundial de consumo de las personas genera millones de toneladas de residuos urbanos, esto obliga a utilizar cada vez más energía para satisfacer esa demanda, lo que tiene como consecuencia directa una gigantesca generación de residuos desechados sin procesar. Esta realidad si no es manejada ya, originará una serie de “crisis ambintales intermitentes”, hasta que lleguemos al equilibrio, que de llegar muy tarde, será un equilibrio miserable para nuestra especie.
Cuando analizamos los asentamientos alrededor del mundo, la gestión de residuos aparece crónicamente como uno de los rubros más relegados. Este hecho se repite sin importar el nivel de desarrollo o el lugar del emplazamiento. La disposición de los resíduos en forma de VERTEDERO es exactamente el mismo desde la revolución industrial, en zonas muchas veces inadecuadas, excediendo frecuentemente la capacidad del sitio dispuesto. Hoy en día, con el avance tecnológico, con las reformas jurídicas y la evolución social no hay justificación para continuar alimentando un sistema obsoleto en el que se permiten las fuertes pérdidas de calidad y la nula valoración de los resíduos almacenados.
Dicho sistema obsoleto, utilizado consientemente por la mayoría de los gobiernos actuales, incrementa el peso sobre el ya sobrepasado ecosistema.
Desde la década de los ochenta, la importancia de las políticas ambientales y protección de los recursos naturales de gran parte de los Países de la Unión Europea, América del Norte y Japón, ha ido aumentando sin cesar. La razón se debe a que las amenazas de daños y deterioro que pesan sobre el medio ambiente distan mucho de estar controladas. Por fortuna, a nivel nacional, cada vez son más las personas que, conscientes de los peligros latentes, exigen medidas de protección más decididas y efectivas.
En Chile, cada ciudadano produce alrededor de 1,16 kg de basura al día. En los últimos seis años, la cantidad de residuos generados aumentó en promedio 10 % cada año. Es evidente que tenemos que detener e invertir esta tendencia s i no queremos vernos sumergidos en basura.
Un poco más de un kilo de basura por persona y por día quizás no parezca mucho, pero a lo largo de un año y en todo Chile supone más de 7 millones de toneladas de residuos urbanos que deben ser tratados adecuadamente en algún sitio y de algún modo. Además, año tras año vamos produciendo más y más residuos y, lo que es peor, los que se generan en las ciudades no constituyen en absoluto la parte más importante de la montaña de residuos totales del País.
La situación es insostenible. Ha llegado el momento en que los residuos han dejado de ser sólo un peligro para el medio ambiente para constituir también una amenaza cada vez mayor para la salud de los seres humanos y nuestro estilo de vida. Los vertederos autorizados están cada vez más saturados. Los metales pesados y las toxinas se filtran al suelo y la capa freática. Se generan gases tóxicos que suben a la atmósfera y contribuyen a la mantención e incremento del efecto invernadero del planeta. Aún más grave, es el número, desconocido pero indudablemente altísimo, de vertederos ilegales y los riesgos imposibles de cuantificar que estos representan.
La Incineración, el otro medio ampliamente utilizado para la eliminación de residuos, produce toxinas y metales pesados.
Para impedir su liberación, deben instalarse en las incineradoras filtros especiales, debido a su alto costo, estos no siempre son utilizados debido a la poca conciencia empresarial y a la mínima fiscalización. Al final, los filtros usados y muy contaminados, junto con el 25 % del peso de los residuos iniciales, van a parar de todas formas, a vertederos.
Por si fuera poco, una parte importante de los residuos industriales y domésticos constituyen residuos clasificados como peligrosos que requieren un tratamiento especial.
Por otra parte, la eliminación de residuos es sólo un aspecto del problema. La cantidad de residuos que producimos es el resultado de un estilo de vida insostenible.
La Tecnlogía de Higienización Activa mediante el empleo del sistema GeiserBox® representa un nuevo concepto en el tratamiento de los residuos urbanos, que aporta importantes ventajas con respecto a los métodos que se vienen aplicando en la actualidad.
El sistema GeiserBox® desarrollado por los ingenieros de Ambiensys, procesa los residuos destinados a vertederos y el rechazo de las plantas basadas en modelos tradicionales de separación, para transformarlos en materiales limpios con aplicación en el mercado.
La gran versatilidad de su diseño, permite acometer en un espacio muy reducido, instalaciones configurables con capacidades de hasta 600.000 toneladas de residuos anuales.
Los residuos son introducidos en el GeiserBox® de manera continua, a través de una boca de entrada situada en un extremo del equipo.
Dentro del sistema los residuos permanecen alrededor de 30 minutos. Durante este corto espacio de tiempo los residuos se someten a un baño de vapor de agua a alta temperatura en un entorno de alta presión.
Finalmente los materiales ya higienizados se extraen por una boca de salida, situada en el extremo opuesto del equipo.
Las principales características que presentan los residuos una vez Higienizados, son las siguientes:
1. No emiten malos olores.
2. Ven reducido su volumen hasta un 80%.
3. No contienen agentes paógenos.
4. No contienen liquidos.
5. Los materiales aparecen sueltos, disgregados, sin ninguna bolsa de plástico ni envases de cartón.
6. Todas las fracciones biodegradables se unen en una única fracción de Biomasa, de aspecto fibroso y granulometría ópima para su manipulación.
7. Los envases de cartón-bebida (Briks) se deshacen pasando a formar parte de las fracciones plástico, aluminio y fibra.
8. Los envases de refrescos, aerosoles y conservas, se obtienen completamente limpios.
9. Los plásticos adoptan formas más compactas dependiendo de su composición.
10. El vidrio se obtiene, sin etiquetas, tapas ni adhesivos.
Residuos Sólidos Urbanos Frescos
Tecnología
HIGIENIZACIÓN ACTIVA
GeiserBox®
Fibra Orgánica después de Higienización Activa y Cribada en Tromel a 10 mm. Nivel de impropios menor a 5%.
Fibra Orgánica a los 30 min. de procesar R.S.U. con afino en mesa densimétrica. Nivel de impropios menor a 3%.
Envases de Aluminio sin líquidos y sin color. Nivel de impropios menor a 3%. (Importante ahorro energético en los procesos de preparación del metal para su fundición y reutilización).
Elementos metálicos Férricos limpios. Nivel de impropios menor a 3%. (Importante ahorro energético en los procesos de preparación del metal para su fundición y reutilización).
Plástico PET limpio, sin líquido ni tapas, nivel de impropios menor a 3%.
Plástico PP
Bolas Compactas de PE y PS
Material a descartar, Vidrio, piedras y algunos huesos
1. Procesa directamente los Residuos Sólidos Urbanos, permitiendo recuperar más del 95% de los materiales que componen las basuras.
2. Separa prácticamente toda el residuos orgánico del resto de materiales, obteniendo una biomasa estabilizada en 30 minutos, con menos de un 3% de descarte.
3. Los materiales obtenidos no emiten malos olores, no contienen líquidos y se les ha eliminado los agentes patogenos.
4. Reduce el volumen del residuos procesado hasta un 80%
5. Los metales como el aluminio se obtienen limpios y brillantes, con lo que se eliminan los procesos de preparación del metal antes de fundición, minimizando el consumo de energía y el impacto sobre el medioambiente.
6. Intalaciones que requieren poco espacio y presentan condiciones sanitarias adecuadas para el trabajo humano, al tiempo que no producen impacto sobre el entorno.
7. Se aprovechan los líuidos contenidos en las basuras para obtener agua que se emplea en el proceso, con el fin de consumir el mínimo de recursos naturales.
8. El sistema modular GeiserBox® ha sido diseñado para facilitar su transporte y montaje en cualquier emplaamiento.
9. Gracias a la versatilidad de GeiserBox®, un pequeño municipio, puede adquirir un equipo independiente y autónomo para procesar los residuos producidos por sus habitantes. Esto le permitirá obtener un importante ahorro económico en logística y costos de vertedero o relleno.